El Gran Oxmox le aconsejó que no lo hiciera, porque había miles de malas comas, salvajes signos de interrogación y taimados semikoli, pero el Pequeño Texto Ciego no le hizo caso. Empaquetó sus siete versalia, puso su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando llegó a la aldea...
Lamentablemente una pregunta retórica recorrió su mejilla, luego continuó su camino. En su camino se encontró con una copia. La copia advirtió al Pequeño Texto Ciego, que de donde venía habría sido reescrito mil veces y todo lo que quedaba de su origen sería...